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miércoles, 17 de noviembre de 2010

CECILIANA ADOREZ

CECILIANA ADOREZ
(1959)

Creemos que es la más dulce pajarita de todo el bosque. Tiene la suavidad
de la brisa cuando acaricia las ramas de un sauce. Y sus versos muestran una
calidez que emociona, mensaje sutil y fascinante...
Le auguramos grandes satisfacciones...

ENTRE LA NIEBLA

A veces creo que que debo ir contra la corriente,
entre la niebla,
bajo la lluvia,
detrás de una cortina de hojas tristes,
girar en círculos encerrada en una burbuja.
otras veces,
creo que ya he enfrentado la corriente
y camino a ciegas
en la noche.
Pero me sorprende la gran fuerza,
que me sostiene
y que me hace salir triunfante
de todas las tempestades de la vida.

martes, 9 de noviembre de 2010

IRIS DEL CARMEN FERNANDEZ ÁNGEL

IRIS DEL CARMEN FERNANDEZ ÁNGEL
(1947)

Desconocíamos a esta poeta nacida en Ovalle, tierra de gente esforzada y generosa.Iris del Carmen nos muestra una poesía de lenguaje directo, sin
escrespar las palabras, que van apareciendo en forma natural y rítmica.
Recibimos con agrado a esta poeta ovallina en este frondoso y fulgurante
bosque de la poesía...



HAYKÚ


Tarde invernal
esconde un arcoiris
bajo las lluvia.




MI ALMA PEREGRINA

Mi alma es una garza peregrina
que dibuja en el cielo
un río que fluye dulcedumbre
para calmar las penas.
Vuela y revolotea, picotea las aguas
y caen goterones grises
en la mañana triste de abril.
Un rayo de sol apenas
y el arco iris ilumina de colores
las lagrimas del cielo.
Oh, prodigio volandero
ya no eres una garza
eres un alegre zorzal
cantando entre las peñas.



Tras el vuelo de la garza

Calor
desolación
silencio yermo.
Los cactus resquebrajados
izan sus espadines entre el mustio quintral,
Mastico la roja urdimbre que parasita entre sus brazos,
tratando de atrapar la gota amarga y áspera
que mitigue la sequedad del mundo.
Es enero,
la hilera de huesos caprinos gritan ríos secos.
Respiro desalentada este siglo apocalíptico
que avizoro egoísta, estéril, fatal.

Perdido en las desérticas serranías
un ojo azul borbotea leche transparente y fecunda.
Una garza peregrina baja y picotea.
Mi desolada mirada sigue presurosa
el cristalino fluir que se consume
en las tierras agrietadas delpáramo.

La garza queda meditabunda
sobrecogida en su pata azul,
más de pronto alza el vuelo,
blandamente revolotea remontando las alturas,
y se pierde como feble línea en el cielo.

Traspasó los contrafuertes cordilleranos.
No una, sino miles de gráciles garzas
vienen a mi encuentro con sus albos gorjeos.
Mis pupilas reverdecen.
Amplias praderas, plantíos inconmensurables de dulce caña.
Reminiscencias de grilletes pueblan mi memoria.
Cientos de espaldas sudorosas reverberan
y una niebla espesa escapa desde la húmeda floresta.
Cae la lluvia
dulce,
vital y
doliente.

domingo, 7 de noviembre de 2010

PATRICIA TÉLLEZ M.

PATRICIA TÉLLEZ M.
(1958)

La lluvia es multitodo:  trae cristales de otras esferas, mensajes, a veces aterran, en otras alegran;
en otras, es una dulce doncella en lomos del viento, danzarina o bruja vestida de truenos y relámpagos...
La lluvia es un abanico de recuerdos para las poetas, entre ellas, Patricia Téllez M. que en una excelente poesía
nos muestra sus virtudes como autora.
Tienes entrada liberada al gran bosque, Patricia.
 
 ELEGÍA DE UNA NOCHE DE VERANO
 
 
 
La lluvia cae en mí
como va cayendo en las calles
sobre las veredas húmedas de hastio…
 Llevándose en el barro las escorias del mundo…
y sobre mi cuerpo que yace tendido
veo pasar lentamente
ese carnaval que la vida me ofrece
mientras la fría lluvia va penetrando y penetrando…
 Ese carnaval de penas y risas
esas pantomimas por saber lo que somos
esa saliva amarga que se me ahoga como un nudo.
 
En fin…
/ Estoy triste,
elegí mala noche para escribir mis compañeros,
o quizás elegí, la mejor noche para retratarme bajo la lluvia /
 Lluvia que estremece mi cuerpo, lo agita, lo desnuda
Que ya en el ocaso del día,  comienza a caer tan fuerte
Previo arco iris de la muerte.
 Que se lleva con sus lágrimas de cristales
que afloran por los rabos de nubes oscuras…
Toda la era mía…
 
La era del hombre ha caído sobre mi cuerpo
y un otoño profundo invade mis huesos…
Un frió se anuncia en mi esencia
como telón de fondo a los inviernos vividos…
 Acaso… Acaso  tuve años sin primaveras
y como no hay lluvias en los veranos
la lluvia fue eterna en el alma mía.
 Por qué cada vez que llueve
Me pongo tan triste…
/ Pienso /
por qué no recordar la lluvia sobre los campos dormidos
refrescando el beso con el que los vientos sacuden  las flores…
bailando  un vals con los árboles, los yuyos silvestres
y ver como  el campo reía y celebraba el baño profundo de la lluvia.
 Por qué cada vez que llueve me pongo triste…
Es que el otoño cae en mí, tomando a veces la forma del invierno.
Veo mis ojos de niña tratando de retener el tiempo.
Veo a mis manos alzarse siguiendo el curso de los vientos…
Veo morir mi paloma herida entre mis brazos
Me veo morir por dentro…
 Siempre hay lluvias que imitan al rocío
para que mi pregona mañanera sea dulce y no esquiva.
Hay lluvias que aparentan calores
y mojan mi rostro para despertarme el mañana…
 
Porque en una lluvia como esta yo amé.
Porque una noche como esta, tormentosa al caer la tarde
vi, sus pasos alejarse para nunca  volver…
 Y la lluvia lloró tanto mi pena
alfombrando mis pasos con su  tristeza
por ese amor que nunca fue…
 Por eso imaginariamente tiendo mi cuerpo bajo la lluvia
y compito con los cristales de mi ventana
para no verla caer…
No quiero ver
el barro acumulado en la vereda proveniente del cuerpo mío
bañado entre recuerdos, entre mi vida y mi existencia
 
La noche me asola fantasmas
que golpean a mi puerta.
Más con la lluvia se calman…
 Las saetas se los llevan…
 Mi poema se despierta en estas noches
Como ese acto sicótico pero de piedad
Para que mis espectros internos salgan y se vayan con la lluvia…
Entonces…
 Pongo mi tristeza en el cincel de la palabra
como queriendo esculpir un último verso,
pero la noche va cayendo en mí
poniendo ese murallón entre mi pena y la alegría
entre mis desvaríos de poeta… Enloquecida…
 
Por qué la lluvia me pone tan triste, por qué…
Cómo comenzar una romanza.
Cómo comenzar a quererte en cada línea.
Cómo amarte con pasión en las palabras…
 
¡Cómo!…
 
Los cristales de mi ventana me inducen a salir de mi pena
me inducen a mirar un cielo rojo,
abrigado entre nubes negras.
Y yo trato de divisar las  estrellas,
y  me imagino al sol naciendo en una esquina,
mientras la lluvia cae sobre mi rostro,
y se lleva de la mano, la que hay en mis ojos,
y besa mis mejillas y abraza mi cuerpo,
y me dice que es tan  solo una lluvia  más del invierno…
 
Y que al verme tan triste…
 Solo quiso asolarse en mi alma.